Marrakech no es el único lugar que cuenta con farmacias de este tipo, estos establecimientos se pueden encontrar por prácticamente todos los emplazamientos de Marruecos y constituyen un gran foco de interés para los que se adentran a conocer el país.

Los remedios más naturales

Ungüentos; polvos, pigmentos, hierbas, flores, esencias, miles de productos naturales para poner solución a gran cantidad de problemas cutáneos, alergias, dolores estomacales, de garganta e incluso para decorar o ambientar el hogar con las mejores de las fragancias.

La impresión al entrar en una farmacia bereber dista mucho de la de acceder a una farmacia occidental puesto que, mientras que en países de occidente estos locales se enfocan sobre todo a la venta de preparados de marcas comerciales, en las bereberes se centran en la formulación magistral a partir de los productos naturales, en hierbas naturales para preparar tisanas, té, ambientadores y más productos para la mejora de la salud física, psíquica y afectiva de sus clientes.

Desde remedios naturales para curar herpes labiales, migrañas, sinusitis, para conciliar el sueño, hasta la venta de maquillaje natural como el Kohl con el que las mujeres marroquíes decoran sus hermosos ojos. También podemos encontrar alumbre, la piedra natural que se puede emplear como desodorante o como cicatrizante, plantas naturales, jabones de diversos tamaños y de olores de lo más variopintos.

El arte del comercio

Como bien sabemos, los marroquíes son verdaderos artistas en el ámbito del comercio y no será una excepción la de los vendedores dedicados a este tipo de negocios. Conocen al dedillo infinidad de remedios naturales que no dudarán en recitarnos en diversos idiomas, en inglés, castellano, francés… su dominio de las lenguas, del comercio y de los productos naturales deja anonadado a todo aquel que visita el lugar por primera vez.

Una hermosa mezcla de sensaciones

El destello de los frascos de colores con los pigmentos y plantas naturales, el aroma a incienso, a té crea una mezcla curiosa de olores, texturas y sensaciones que invitan a curiosear, a indagar sobre las propiedades de cada producto e incluso a soñar con el cuento de “las mil y una noches”, como mujer puedo asegurar que te sientes como en un cuento, rodeada de maravillas para ponerte guapa y para cuidar tu salud, te dan ganas de untarte todas las cremas que te dejan olfatear, pintarte con todos los pintalabios que te enseñan, probar cada una de las esencias, ya sea en formato líquido o en barra. Cierras los ojos y te sientes una princesa comprando sus cosméticos preferidos para sentirse bien, te traslada a un ambiente medieval, a bañeras blancas con patas y espejos de plata y oro. Resulta complicado no comprarse todo lo que te muestran, ¡la elección resulta complicada porque deseas absolutamente todo!

Lo mejor de todo es, que estos productos son inocuos para la salud ya que no llevan componentes químicos, vienen directos de la naturaleza a tu organismo y por ende, nos olvidamos de esos malditos parabenos, sulfatos y demás basura que componen la inmensa cantidad de productos cosméticos disponibles en el mercado.