Paseando por el Zoco de Marrakech
CALLEJUELAS POR RECORRER
Entre estrechas callejuelas encontramos numerosos puestos en los que se venden los más variopintos productos que podamos imaginar. Desde artículos de cosmética hasta ropa, piezas de artesanía, alfombras que son auténticas obras de arte y su típica cestería.
Algo muy curioso, es que los artesanos se agrupan por gremios, lo cual, hace mucho más emocionante el momento de comprar, ya que podemos comparar in situ los diferentes artículos y sus precios a fin de regatear, eso que nos gusta tanto y que es un verdadero arte.
Recorremos puestos, aromas y colores. Vamos por serpenteantes caminos que nos hacen vivir una auténtica aventura rodeados de cientos de habitantes del lugar, de artesanos y de otros turistas que, como nosotros, quieren experimentar lo que éste Zoco hace sentir.
COMPRAS ESPECIALES
Ir de compras, en muchos casos se convierte en un suplicio marcado por el capitalismo y por tanto, por la fabricación en serie. Para los amantes de la moda y la exclusividad, será todo un placer poder dedicar una jornada a cotillear prendas de ropa, zapatos, bolsos, perfumes y un largo etcétera que parecen diseñados especialmente para cada uno de nosotros.
En el Zoco de Marrakech las compras dejan de ser algo frío y pasan a ser algo “social”, donde se establece un bonito vínculo entre el comerciante y el comprador que hacen que te vayas orgulloso de aquello por lo que has pagado. Nada de dependientes serios a los que no les gusta su trabajo, aquí, encontraremos vendedores de verdad, de aquellos que te hacen soñar con sus productos y te trasladan a una atmósfera de confianza en la que, por poco que compres, estás haciendo un trato y por ende, eres digno de su respeto. Nada de “es tanto dinero”, meterlo en una bolsa de plástico, pasar la tarjeta bancaria y ya está.
Entre sonrisas y regateo podemos pasar horas contemplando el Zoco, y es que, se nos pasará el tiempo tan rápido que ni siquiera seremos conscientes. ¡Hay que aprovechar al máximo cada minuto que pasamos aquí!
TURISMO Y TRADICIÓN
El Zoco de Marrakech es de obligada visita si viajamos a esta ciudad. Se encuentra en la famosa plaza de Djemma el Fna y es uno de los lugares más emblemáticos de todo Marruecos.
Es cierto que en muchas ocasiones, podemos pensar que un lugar tan turístico puede llegar a perder su encanto natural pero, en este caso, se puede apreciar una notable conexión entre turismo y tradición. El marcado carácter del lugar permanece intacto a lo largo del tiempo. Sus vendedores siguen transmitiendo su cultura y su tradición. Por todo el Zoco podemos encontrar diversas manifestaciones que nos hacen olvidar, por unos momentos, que somos turistas. Por ejemplo, mujeres pintando las manos de henna; comidas y especias típicas que nos enredan en un aroma típico de Marruecos y que nos hace apreciar el día a día de este país y comprender su modo de vivir.
La simpatía y la amabilidad son señas de identidad de los artesanos y comerciantes, que lucen cada uno de sus productos como auténticas joyas y que nos hacen sentir como verdaderos príncipes y princesas a punto de hacerse con el bien más preciado de todos.
En fin… qué más decir de este hermoso lugar, de este espacio en el que cerrar los ojos, escuchar, olfatear nuevos aromas y simplemente dejarnos llevar como si volviésemos a ser niños. Dejarnos ilusionar y disfrutar.
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